Hoy quiero describir el método que he empezado a utilizar en casa para el planchado del papel baritado (por desgracia, como otros muchos, no dispongo que una prensa profesional "ad-hoc" -tipo Bogen- para tal fin).
Este método que os voy a mostrar a continuación, me lo hizo saber en la barra de un bar (donde muchas veces se resuelven grandes misterios) un compañero (gracias Rodrigo) que asistió recientemente conmigo a un taller monográfico con motivo de la Exposición Falando en Prata en Arroyomolinos.
Una vez que uno se decide a positivar, ante él se le abren dos vías en cuanto al tipo de papel a utilizar; un pequeño o gran dilema para muchos, utilizar papel plástico RC (Resin Coated) o baritado .
De todos los que se dedican a esto es sabido que el papel plástico RC es muy sencillo de tratar una vez revelado y fijado, con 5 minutos de lavado y posterior secado la copia quede ya bien plana y presentable.
Sin embargo, una copia en papel baritado requiere un mayor esfuerzo en el tratamiento posterior al proceso habitual de trabajo.
El papel baritado requiere unos tiempos de lavado mayores, además de un aseguramiento del correcto lavado de la copia (otro tema que puede dar, y sigue dando, para mucha literatura y discusiones). Pero el resultado final (y motivo de esta entrada de hoy en el blog), es que una copia en papel baritado, una vez seca y correctamente lavada, queda totalmente abarquillada.
En libros, ensayos, Internet, etc. se muestran muchas maneras para conseguir que la copia en papel baritado quede perfectamente plana, o lo más cerca posible a ello (aquí otro ejemplo práctico).
Pues bien, hoy os voy a mostrar una idea más (como dije en su momento, esta idea no es mía), que puede ser útil a más de uno si se encuentra en mi misma situación.
La idea es utilizar una plancha de cocina eléctrica con control de termostato como la que se muestra en la siguiente imagen:
La idea es utilizar la plancha de cocina como una plancha de papel. Estas planchas incluyen un termostato que permiten alcanzar temperaturas superiores a 100 ºC, y además mantener la misma durante el tiempo que se requiera.
Para planchar las copias, regulo la temperatura entre 125ºC y 145ºC. Una vez caliente la plancha, coloco sobre su superficie una madera, os la podéis fabricar vosotros mismo, de DM, aglomerado o lo que tengáis por casa. Sobre dicha superficie de madera, coloco una hoja de acuarela libre de ácido sobre la que voy a colocar la copia. Encima de la copia coloco otra hoja de acuarela (haciendo un sándwich a la misma), y sobre ella un libro para ejercer presión durante el tiempo que se requiera de planchado.
Una vez colocada la copia en el sándwich de papel de acuarela (libre de ácido, importante), presiono la copia durante 2 minutos. Pasados estos dos minutos iniciales, le doy la vuelta a la copia y le de doy dos minutos más. Y ya está, poco más, la copia sale bien planchadita.
Con este método que describo, y con el tipo de plancha que muestro, se pueden planchar copias de tamaño hasta 24x30. Para tamaños mayores, ya habría que buscar otra solución (en la RSF de Madrid por ser socio tienes derecho a utilizar su plancha, y ahí si puedes tirar de tamaños mayores).
Aquí el resultado final:
Antes
Después
Espero que a alguien le resulte útil esta entrada.
Saludos
Javier Mejías